27 de abril de 1822:
Homenaje al prócer iqueño Cayetano
Quirós por los 198 años del combate de Paras (Ayacucho)
En tiempos del coronavirus, atrincherados en nuestros hogares; vamos a
levantar la moral de los iqueños, de los peruanos, revalorando y rescatando del
olvido a nuestros próceres de la Independencia, y las hazañas heroicas que
protagonizaron.
CAYETANO QUIRÓS, GUERRILLERO PATRIOTA
AFROPERUANO
En 1822 y luego de que el ejército patriota al mando del general Domingo
Tristán fuera derrotado en la batalla de Ica por el general José de Canterac, el
guerrillero patriota Cayetano Quirós, quedó solo en la lucha en dicha región
por lo que los jefes realistas Carratalá y Rodil, decidieron acabar con él de
una vez por todas siendo que el 27 de abril mientras se replegaba ante el
avance de Rodil, fue cortado en su retirada por las tropas de Carratalá, siendo
derrotado en el combate de Paras y capturado poco después, llevado a Ica fue
fusilado en la plaza La Merced el 5 de mayo de 1822.
Éste pequeño párrafo de la historia del Perú, es desconocido por muchos.
Las nuevas
generaciones de iqueños, de peruanos, nacidos a inicios del siglo XXI, los
“milenians”; ignoran en muchos aspectos la historia del Perú y de sus regiones.
Expertos
en el uso de las nuevas tecnologías de la era digital, nuestros hijos apenas
conocen la historia de su Patria, de su región, de su provincia, de su
distrito; y los que hemos tenido la oportunidad de hacerlo y seguimos en la
ardua tarea de investigar y revalorar nuestra historia, tenemos que difundir y
enseñar lo poco que conocemos, con el objetivo de construir una nueva
generación con sólidos valores cívico patrióticos, con sólidos valores y
principios morales, en base a una SÓLIDA IDENTIDAD, AUTOESTIMA Y LIDERAZGO.
Nadie ama lo que no
conoce. Entonces enseñemos a conocer, a respetar y amar la tierra natal, a
nuestros hijos.
UN IQUEÑO SIN FECHA DE NACIMIENTO
Cayetano Quirós fue un célebre montonero afroperuano de la guerra de
independencia, dirigió una serie de exitosas acciones sobre las fuerzas
realistas en la costa y sierra central del Perú hasta ser derrotado y fusilado
por el general español José Carratalá en mayo de 1822.
Nacido esclavo en Ica, fugó muy joven de la haciendo su amo y como
otros negros cimarrones (esclavos sublevados) acabó por dedicarse al
bandolerismo como medio de subsistencia, en esta vida se mantuvo hasta que en
1820 la expedición libertadora del general José de San Martín arribó a costas peruanas siendo que poco después Quirós se
presentó en Supe ante el capitán Juan Francisco de Vidal manifestando su firme deseo de querer enrolarse en las filas
patriotas.
UN EX FORAJIDO IQUEÑO SE ENROLA AL EJÉRCITO LIBERTADOR
Vidal, conociendo sus antecedentes y dudando de la conveniencia de
aceptar un ex forajido este prefirió enviarle a Huaura, al cuartel del general San Martín,
quien atendiendo a los ruegos del antiguo esclavo y reconociendo su potencial
capacidad de dirigir una partida montonera por sus vastos conocimientos de la
región y capacidad de mando, pone bajo sus órdenes a 50 voluntarios los cuales
en poco tiempo llegan a sumar 200 hombres, los que apertrechados por el mismo
San Martín.
Inician acciones de hostigamiento contra las fuerzas realistas de Lima y
sus alrededores llegando con sus incursiones hasta Ica y en la sierra hasta Cangallo, Jauja y Huancayo donde actúan en conjunto con
los montoneros morochucos.
De la fuerza de Quirós diría el general inglés Guillermo Miller, a cuya división fue incorporado
durante el primer sitio del Callao, que era "la más atrevida y la más
temible de las montoneras". En 1822 y luego de que el ejército patriota
al mando del general Domingo Tristán fuera derrotado en la batalla de Ica por
el general José de Canterac, Quirós quedó solo en la lucha en dicha región por
lo que los jefes realistas Carratala y Rodil decidieron acabar con él de una
vez por todas siendo que el 27 de abril mientras se replegaba ante el avance de
Rodil fue cortado en su retirada por las tropas de Carratala, siendo derrotado
en el combate de Paras y capturado poco después, llevado a Ica fue fusilado en
la plaza La Merced el 5 de mayo de 1822.
LOS GUERRILLEROS PATRIOTAS DEL LIBERTADOR SAN MARTÍN
Repasemos
ahora, con orgullo, algunos pasajes de la portentosa obra del historiador
peruano Rubén Vargas Ugarte: “Historia General del Perú” Tomo VI – Emancipación
(1816 - 1825) desde la pág. 137, libro que se encuentra a disposición del
público, en nuestro centro de trabajo, la Biblioteca Municipal “José de San
Martín” de Ica:
“Desde
el desembarco en Paracas muchos patriotas sentaron plaza en el ejército
libertador. San Martín no solo pudo cubrir sus bajas, gran parte de ellas
causadas por las fiebres palúdicas que en Huaura diezmaron a sus tropas, sino
que pronto contó con un excedente en hombres bastante a formar un regimiento.
Como
era natural, pensó en crear el ejército nacional del Perú, del cual debían ser
auxiliares los argentinos y chilenos que habían venido a sus órdenes. Fueron
los guerrilleros que desde la primea expedición de Arenales, a las órdenes de
Aldao, se señalaron por sus atrevidas incursiones sobre el campo enemigo, los
que sirvieron de base para el nuevo ejército.”
Que
orgullosos debemos sentirnos al revisar estos datos y comprobar los mismos, con
diferentes autores nacionales y extranjeros y reafirmar con plena seguridad,
REGIÓN ICA, CUNA DE LA INDEPENDENCIA…!!!
Retornamos
al libro de Rubén Vargas Ugarte:
“Esas
partidas se multiplicaron más tarde, por haber comprendido San Martín, el
importante servicio que podían prestar, cercando a Lima y cortando su
comunicación con el centro y el sur.
Como
lo vamos a ver, la situación verdaderamente desesperada de la capital, fue obra
del bloqueo, sin duda, pero también de los guerrilleros. Estos obedecían a
varios jefes, casi todos peruanos, como Francisco Vidal, el que derrotó a
Ricafort y a Rodil, cuando el primero bajaba de la sierra; Cayetano Quiroz,
Bruno Terreros, Ignacio Ninavilca, Gaspar Huavique, José A. Manrique, José
María Palomo, Toribio Dávalos, Casimiro Navajas, Marcelino Carreño, José María
Guzmán, Elguera Ayulo, y otros, a todos los cuales puso San Martín a órdenes
del teniente coronel argentino Isidoro Villar.
El
nombramiento de éste data del 29 de enero de 1821, y un mes más tarde era
nombrado el coronel Agustín Gamarra, jefe de la división peruana. Ésta la
componían un regimiento de caballería, denominado “Granaderos a Caballo del
Perú”, cuyo mando se había de dar a Aldao, ascendido a teniente coronel, y un batallón
de infantería, con el nombre de “Leales del Perú”. Por esa fecha Gamarra salió
del cuartel general de Huaura, llevando en su compañía al teniente coronel León
Febres Cordero, que sería su segundo, al teniente coronel Juan Bautista
Eléspuru, y entre los oficiales a Blas Cerdeña, del Numancia.
El
nombramiento de Gamarra fue un desacierto. San Martín, que no se distinguía por
el conocimiento de los hombres, no supo valorizar a aquel jefe y solo pasó
mientes en su rango militar y en cierto crédito que tenía Gamarra como
organizador e instructor.
Arenales
que lo vio actuar luego, no pudo menos de lamentarse de tenerlo a su lado en su
segunda campaña a la sierra del Perú. Apenas llegando a Jauja, el temor de la
aproximación del enemigo lo paraliza, e impotente para contener la deserción de
sus hombres pide auxilio de tropa veterana, más adelante volveremos a ocuparnos
de él”.
LA ACCIÓN DE LOS
GUERRILLEROS PATRIOTAS
Continúa
Rubén Vargas Ugarte:
“La
acción de los guerrilleros no ha sido bien estudiada, pero todos reconocen que
ella influyó poderosamente en el resultado final de la campaña libertadora. No
solo facilitaron el pase de muchos guiándolos hasta el cuartel general de San
Martín, sino que, siempre alertas, aprovechaban cualquier descuido de los
realistas para echárseles encima y causarles bajas.
Conocida
es la anécdota de Inocencio Zárate que logró sacar del fundo La Molina, buena
parte de la caballada perteneciente a los realistas, pero no lo es tanto el
hecho de haber bajado Vidal hasta Pedreros, en el valle de Lurigancho, donde
apresó 240 caballos y mulas y cerca de 150 reses, el 23 de marzo de 1821.
En
el decurso de esta historia tropezaremos más de una vez, con sus nombres,
dignos de ser rescatados del olvido, pues fuera de haber servido a la Patria
eficazmente, no podían hacerse ilusiones de la suerte que les correspondería en
caso de caer en manos del enemigo.
Los
españoles consideraban a los montoneros, nombre con que se les conoce y que ha
llegado a ser clásico en nuestra historia, como tropas irregulares y a las
cuales no se debían guardar las consideraciones que se merecen los prisioneros,
y ahí que los fusilaran en el acto.
San
Martín premió sus servicios concediéndoles algunas distinciones, por decreto
del 1ero. De octubre de 1821.
Miller,
que es uno de los que mejor pudo apreciar su labor, por lo mismo que fue el que
más atrevidas incursiones hizo en territorio enemigo y en diversas ocasiones
los tuvo bajo sus órdenes, hace de ellos un cumplido elogio y nos los describe
de esta manera:
CÓMO ERAN Y CÓMO
VESTÍAN LOS MONTONEROS,
GUERRILLEROS Y
AUXILIARES PATRIOTAS
“Los
montoneros en el Perú como las guerrillas en la guerra de España, fueron de
incalculable utilidad como auxiliares. Muchos de ellos eran hombres de alguna
consideración, que habían sufrido las consecuencias de la despiadada conducta
de los realistas que habían convertido en lugares desiertos los que antes eran
pueblos florecientes.
Cada
montonero tenía que vengar la muerte de sus padres, hijos, parientes o
paisanos, inmolados por los españoles. A éstos se les habían juntado, sin duda
alguna, otros sujetos de índole depravada, que nunca faltan en los tiempos de
revuelta. En general, hay que reconocer que los montoneros se mostraban crueles
con el enemigo, pero aun cuando servían sin paga alguna, por lo general su
conducta era irreprensible con los habitantes inofensivos.
Habría
que exceptuar de este número a las partidas formadas con la hez de la población
de Lima, a quienes convenía más bien, el título de salteadores de caminos, pero
aun estos obraban en ocasiones con una moderación que de ellos no parecía
posible esperar.
Luego
nos hace un retrato y los describe así:
Su
apariencia exterior era grotesca. Unos montaban sobre mulas, otros a caballo;
algunos llevaban gorros de piel, otros cascos, otros morriones y muchos usaban
sombreros gachos de lana de vicuña. Algunos los adornaban con plumas, pero no
era esto lo común.
Sus
uniformes no eran menos variados: chaquetas de húsares, casacas de infantería o
pellizas encarnadas, arrebatadas a los realistas muertos y todo ello mezclado
con los uniformes de los soldados de la Patria.
Sus
pantalones eran los unos de mamelucos, otros bombachos o bien abiertos por los
lados. Algunos usaban botas, otros sandalias y no faltaban quienes llevaran los
pies desnudos. En una cosa había uniformidad entre ellos. Todos llevaban
poncho, cubriéndose con él como es corriente o ciñéndoselo a la cintura.
Sus
armas ostentaban la misma diversidad: carabinas, fusiles, pistolas, espadas,
sables, largos cuchillos, lanzas o rejones, que en sus manos se convertían en
un arma terrible. A todos no les faltaba el indispensable lazo”.
Se
acerca el inicio del año escolar, y hacemos votos para que las autoridades
educativas y los profesores y las profesoras de nuestra región, empiecen a
organizar concursos de poesía, canto, música, declamación, sobre la
Independencia; teatro y escenificaciones
de algunos pasajes de la historia de la Guerra de la Independencia en la Región
Ica; concursos de bailes típicos de nuestra región y de nuestro país, concursos
literarios, composiciones, cuentos, ensayos, concursos y festivales de
videos, cine, corto metrajes, reportajes
históricos, turísticos; diseño gráfico, afiches, revistas, libros, folletos,
etc; sobre nuestros héroes regionales y acontecimientos históricos de Chincha,
Pisco, Ica, Palpa, Nasca.
Hacemos
votos para que las empresas privadas y entidades públicas, auspicien con
grandes premios los concursos señalados, y auspicien actividades y proyectos
que fortalezcan la IDENTIDAD REGIONAL.
Y
esperamos que nuestros flamantes congresistas por Ica, elegidos el pasado 26 de
enero del 2020, en el año del Bicentenario de la Independencia de la Región
Ica; apoyen, impulsen y hagan realidad nuestras modestas sugerencias, desde el
Congreso de la República…en caso contrario, la Región Ica seguirá siendo
marginada y avasallada, por congresistas audaces y atrevidos, de otras regiones
de nuestra Patria, que a través de gestiones y otras tácticas y triquiñuelas,
que son de conocimiento público; le arrancan miles de millones de soles al
Tesoro Nacional, para invertirlos en educación e infraestructura para sus pueblos...porque
conocen la historia de sus regiones y aman a su tierra, y luchan por su gente…
GESTA HEROICA DE
MARÍA PARADO DE BELLIDO Y CAYETANO QUIROZ
PRÓCERES DE LA
INDEPENDENCIA DEL PERÚ
El
prócer doctor Francisco Javier Mariátegui, da a conocer los antecedentes nada
honorables de Quiroz, complicado, sino autor, en actos de depredación. “El juicio fue seguido y tramitado; pero
Quiroz logró salir de la prisión, fugado, Borrás, un cómico de Buenos
Aires, lo presentó a don Julián Morales
y a mí (Mariátegui) como el mejor guía que podía llevar a los pasados (los del
Numancia) al cuartel general de San Martín. Aprovechamos de sus servicios y nos
sirvió perfectamente. Entregó las comunicaciones que de acuerdo con él se le
recomendaba a San Martín, pero sin ocultarle sus antecedentes, Quiroz contó su
vida al general, le ofreció una enmienda completa, lo que cumplió y le pidió
armas para cien guerrilleros. Obtuvo la mitad de este número, y con tan pocos a los dos meses consiguió
tener doscientos hombres armados y montados…”
El
12 de marzo de 1821, Quiroz, al frente de sus guerrilleros derrotó un
destacamento realista, en San Gerónimo, en cuyas inmediaciones habían cometido
estragos los españoles. El 1ro. de Mayo apareció Quiroz en Canta, con sus
guerrilleros. En Quillapata tuvo un combate con las fuerzas realistas, que duró
dos días. Los españoles se abrieron paso , quedando en poder de los
guerrilleros una compañía íntegra del batallón “Imperial Alejandro”, con su
capitán Juan Garrido. El general Ricafort, jefe de la división, cayó herido.
“La entrada en Lima del brigadier Ricafort, en una camilla, causó mucha
sensación a sus habitantes, no acostumbrados a este género de espectáculos”
(García Camba).
A
la foja de servicios de Quiroz se sumaba la victoria de Quillapata. Rodil
enviado por el Virrey, para proteger la división de Ricafort, fue también
derrotado, en Huampaní, por el invencible guerrillero iqueño Quiroz.
Veamos
también a Quiroz en otro escenario. El general Domingo Tristán, encargado por
San Martín de la ocupación de Ica, al mando de una división, fue derrotado en
Macacona en abril de 1822, por las fuerzas realistas. Los guerrilleros que
merodeaban y coadyuvan a los patriotas, se retiraron a Huamanga. Quiroz jefe de
aquellos, estableció su cuartel general en Quicamachay. El general Carratalá
derrotó en enero de dicho año, en las alturas de Pomacocha, a los guerrilleros
reforzados por ochocientos morochucos.
Como
las correrías de Quiroz tienen relación íntima con el sacrificio de María de
Bellido, conviene conocer los datos que al respecto nos ha dejado don Dionisio
Miranda, biznieto de la heroína ayacuchana, y los historiadores, que sobre este
particular se han ocupado.
“Hacia
el año de 1822 – dice Miranda – existía en esta plaza (Huamanga) una fuerte
división del ejército español, bajo las órdenes del general José Carratalá. Así
mismo, en el distrito de Paras, provincia de Cangallo, se hallaba a la sazón
una pequeña fuerza patriota al mando de un jefe apellidado Quiroz, quien tenía
en calidad de presos de honor, al presbítero don Patricio Lazón, al cura Jaime
y al dominico Escobar. En dicho distrito, residía desde años anteriores, don
Mariano Bellido, esposo de doña María Parado, en compañía de su hijo Mariano,
desempeñando el cargo de receptor de correos”.
“Tomás
el otro de los hijos de la señora de Bellido se había alistado voluntariamente
e n las filas del ejército libertador que pasó por esta ciudad a fines de 1820,
encabezado por Álvarez. Hacía ya un año que Tomás se había incorporado en este
ejército, sin que su madre tuviera de él noticia alguna. Habiendo llegado a
saber más tarde que se encontraba en Cangallo entre los patriotas que obedecían
a Quiroz mandó a dos de sus hijas Gregoria y Andrea, para que ofreciesen 500
pesos por rescate de su hermano,
presumiendo que por la completa falta de recursos en que se encontraba el
ejército nacional o fuese desechado semejante ofrecimiento”.
“El
jefe después de haber oído a las hermanas hizo venir a su presencia a Tomás y
anunciándole la proposición mandada hacer por su madre, le declaró hallarse
dispuesto a aceptarla. Entonces el generoso joven con voz firme y resuelta
dijo: “Al ingresar voluntariamente en el ejército patriota, he jurado sostener
nuestra independencia. Si hoy mi madre por temores inspirados sin duda por su
excesiva ternura, os ofrece 500 pesos por mi rescate, recibidlos para el
servicio de nuestra causa, pero
recibidlos también, con el juramento que
ahora repito de no volver a mi casa antes de ver triunfante la bandera de la
libertad”.
“La
señora de Bellido entusiasmada con tan abnegado patriotismo procuró desde
entonces ponerse al corriente de todo movimiento político a fin de anoticiarlo
a su hijo y prevenirlo de cualquier peligro. Escudriñando, pues, con sigilosa
asiduidad la actitud y los planes de uno y otro ejército y en estas
circunstancias supo que Carratalá debía enviar una fuerza competente sobre la
de Paras. Con este motivo, dirigió a su esposo una carta la que fue escrita por
don Matías Madrid, uno de los amigos más íntimos de la familia”.
Dicha
carta estaba concebida en los términos siguientes:
Huamanga,
marzo 26 de 1822
“Idolatrado
Mariano: Mañana marcha la fuerza de esta ciudad a tomar la que existe allí y a
otras personas que defienden la causa de la libertad. Avísale al jefe de esa
fuerza señor Quiroz y trata tu de huir inmediatamente a Huancavelica donde
nuestras primas las Negretes; porque si te sucediese alguna desgracia que Dios
no lo permita, sería un dolor para tu familia y en especial para tu esposa que
te adora.- María”.
El
historiador José Domingo Cortez dice a este respecto lo que sigue: “Fue
fusilada (María de Bellido) en 1822 en Ayacucho, por su constancia en no
revelar a los autores de una carta que estaba firmada con su nombre y en la que se daban noticias importantes
para que se salvara una fuerza patriota que iba a ser sorprendida en
Quicamachay, 6 leguas distante de Huamanga. Después de la acción de la Macacona
(Ica), se hallaba el guerrillero Quiroz en Quicamachay y quedó cortado por
consecuencia de esta derrota con toda su fuerza que no bajaba de 600 hombres
con el aumento que le habían dado los patriotas de Huamanga. Atacada esta
fuerza por los españoles tuvo que abandonar su posición y entre los despojos
que le tomaron en la retirada, quedó una chamarra del marido de la Bellido y se
sacó de ella la carta que aparecía firmada por la consorte y contenía avisos
anticipados sobre esta misma expedición”.
“La
pérdida de la división de Tristán – razona Paz Soldán – ocasionó otros reveses
no de pocas consecuencias: la partida del activo y valiente guerrillero
Cayetano Quiroz fue casi destruida”.
Recordemos que el zambo Quirós llegó al cuartel del general San Martín,
quien atendiendo a los ruegos del antiguo esclavo y reconociendo su potencial
capacidad de dirigir una partida montonera por sus vastos conocimientos de la
región y capacidad de mando pone bajo sus órdenes a 50 voluntarios los cuales
en poco tiempo llegan a sumar 200 hombres, los que apertrechados por el mismo
San Martín inician acciones de hostigamiento contra las fuerzas realistas de
Lima y sus alrededores llegando con sus incursiones hasta Ica y en la sierra hasta Cangallo, Jauja y Huancayo donde actúan en conjunto con los
montoneros morochucos.
EL BRAZO EJECUTOR
DE SAN MARTÍN
Recientemente, Bernardino Ramírez Bautista,
de la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos, publicó una brillante investigación: “Próceres campesinos en la
guerra de la Independencia del Perú”. Repasemos algunos datos, en dónde resalta
el aporte del iqueño Cayetano Quirós.
Cayetano Quirós (el
más grande jefe montonero). Según el mariscal Guillermo Miller, la partida de
Cayetano Quirós era la más atrevida y la más temible de las montoneras. Los
definió como hombres barbudos, grotescamente vestidos por amor a la patria,
vertían su sangre y perdían su vida. Los jefes chapetones duplicaban sus
tropas y destacamentos por temor a Quirós y su montonera. Mestizo, alto,
fornido, simpático de rostro y bien compartido de cuerpo, de ojo vivo y
penetrante, mirada altiva y audaz, era osado como pocos, astuto y sagaz, de
gran carácter, un tipo romántico, por eso muy amado por quienes lo seguían en
su montonero y al mismo tiempo muy respetado, obedecido y hasta temido. De
origen oscuro y hasta ímprobo, el patriotismo lo convirtió en héroe. Cierta vez
fue implicado en un robo. Aprehendido y sometido a juicio se fingió loco, hizo
tan bien su papel que ni siquiera los facultativos que lo examinaban pudieron
determinar si su locura era verdadera o falsa. El astuto juez introdujo a su
mujer a la celda pero no la dejó disimular, porque sospechaba que era una
trampa. No pudiendo resistir más las angustias y lágrimas de su mujer, le habló
a esta la verdad y se descubrió. El juicio fue seguido y terminado, pero Quirós
logró fugarse de la prisión.
Llegó al cuartel de San
Martín guiando a fuerzas que decidieron pasarse a las fuerzas patriotas. Le
contó al general su vida completa ofreciéndole una conversión, le pidió armas
para cien guerrilleros, obtuvo la mitad y a los dos meses, tenía una partida
de montoneros de doscientos hombres, bien armados y montados.
12 DE AGOSTO DE 1821:
EL COMBATE DE HUAROCHIRÍ
Su primera gran hazaña fue
la sorpresa de San Jerónimo de Huarochirí, donde el 12 de agosto de 1821
aniquiló un destacamento español que acababa de reducir a cenizas seis
caseríos de la zona.
En la emboscada de
Quillapata, en marzo de 1821 después de la acción destructiva en Concepción,
los jefes españoles Valdez y Ricafort decidieron regresar a Lima por Canta, en
Ataura los indígenas mal armados y peor organizados sufrieron una carnicería
feroz, unos 400 murieron en el choque y otro tanto en la mortífera persecución.
Los montoneros enterados de la carnicería hecha en Huamanga, Cangallo, Ataura
y otros lugares, convergían con gritos de venganza y castigo por la zona de
Canta, ruta de descenso escogida por los realistas a la costa.
CAYETANO QUIRÓS, EL
PATRIOTA IQUEÑO, JEFE DE JEFES
Hacia allí también fueron
con sus hombres, los jefes montoneros: Francisco Vivas, José Navajas, Alejandro
Huavique, Francisco Vidal y Antonio Elguera, todos al mando de Cayetano
Quirós. Esta vez los españoles se la verían con tropas, sino regulares, sí con
jefes únicos, organizados, aguerridos y sobre todo provistos de armas tan
modernas como las suyas (Coronado 2006: 49).
2 DE MAYO DE 1821: EL
COMBATE DE QUILLAPATA
Confiados bajaban a Lima los
realistas, por el ineludible paso del pueblo de Quillapata (Obrajillo),
ignoraban totalmente un inusitado movimiento que bullía en las alturas, faldas
y laderas de los cerros. Imperceptibles eran las voces de mando e incomprensibles
los silbidos que rasgaban el aire. Hombres cobrizos de raza autóctona, negros y
hasta blancos, todos con ponchos, iban y venían para ubicarse en el lugar
previsto. A las ocho de la mañana del 2 de mayo de 1821, montan sus caballos
los jefes de escuadrones y atienden las órdenes del caudillo general,
Cayetano Quirós. A una señal de él sueltan terribles descargas de fusilería,
llueven peñascos sobre el camino de Quillapata; los soldados realistas caen
muertos unos sobre otros, caen también muchos heridos. Reina el desorden, la
confusión y el pánico entre los soldados realistas. No pueden avanzar por el
fuego de los bravos de Quirós, tampoco pueden retroceder por el mismo motivo, y
por los flancos también les llueven balas y piedras. Cae herido el jefe del
Estado Mayor, Vicente Guarín, el brigadier Ricafort se desploma con la pelvis
atravesada por una bala, pero sus subalternos pueden montarlo y llevarlo a
Canta. Un oficial y 90 soldados realistas yacen exánimes, otros se ahogan al
tratar de cruzar el río Chillón, los heridos son innumerables. La Compañía Imperial
Alejandro es hecha prisionera con su jefe, Juan Garrido. El triunfo patriota es
completo. Si no aniquilaron a los realistas fue porque se acabaron las
municiones. Ricafort esperaba con impaciencia a los 600 refuerzos solicitados
a Lima. La emboscada de Huampaní fue otra acción bélica y un duro golpe a Rodil
cuando se retiraba al Centro por el valle del Rímac, no pudieron eludir a los
fieros montoneros que por sus espías sabían todos sus movimientos, pues los
seguían sin perderle el paso. Al pasar por el fundo Huampaní, Cayetano Quirós y
sus montoneros salieron de sus escondites, descolgáronse a bala limpia sobre
la vanguardia, los flancos y la retaguardia de los realistas, el desorden y la
dispersión de los virreinales es controlado por Rodil y Valdés. Ricafort
estaba en camilla, logran reagrupar a sus fuerzas y, empeñándose en el combate
les permite evitar la derrota (Coronado 2006: 59).
27 DE ABRIL DE 1822: EL COMBATE DE PARAS
Su retirada hacia Ica e
infortunio. Un ataque de los morochucos a Carratalá, permite a Quirós y sus montoneras
trasladarse hacia el sur, en Paras (27 abril) fue sorprendido por Ramón Rodil.
Pelearon como leones los
montoneros pero no pudieron evitar la derrota. La esposa de Quirós murió
luchando, con ese doble revés la muerte de su esposa y la derrota, con unos cuantos
guerrilleros siguió directo hacia Ica. Cuando se aproximaba a esta ciudad se
encuentra con Carratalá, quien ordenó la muerte de María Parado de Bellido,
éste puso sus terribles garras sobre Quirós y su disminuida montonera,
corrieron diversa suerte los patriotas, muertos en combate la mayoría, otros
fusilados o prisioneros.
Unos cuantos fugitivos entre
ellos Mariano y Tomás Bellido (esposo e hijo de María Parado), Cayetano Quirós
logró huir una vez más.
Carratalá volvió a Ica,
Raulet —patriota— tuvo que salir y ubicarse entre Pisco y Cañete, el realista
lo siguió y derrotó. Se retiró al norte. Por coincidencia Quirós salió a la
Puntilla, y se encontró con el ejército realista al mando de Villagra,
intentaron batirse pero fueron acorralados por todas partes y hechos prisioneros.
Fueron llevados a Ica y a la mañana siguiente, 5 de mayo 1822, el patriota
Cayetano Quirós y sus hermanos de gloria e infortunio fueron fusilados en la
plaza principal de Ica, con cartelones en la espalda que exponían la causa de
su ejecución: «Por infame, bandoleros y asesinos… » (de Gamero, citado por
Coronado: 61).
Se acerca la fecha histórica del 5 de
mayo de 2020, el fusilamiento de nuestro héroe iqueño, Cayetano Quirós, en la
plaza de armas de Ica. Nunca se realizó un homenaje a nuestro guerrillero
patriota afroperuano y ahora, en plena guerra contra el coronavirus, tampoco se
realizará. El mejor homenaje de las nuevas generaciones, es que dediquen unos
minutos, unas horas, para leer y revalorar su valioso aporte a la Independencia
del Perú.
Ica,
27 de abril de 2020
Mag. Juan Carlos
Romaní Chacón
Biblioteca
Municipal “José de San Martín”
Municipalidad
Provincial de Ica
bjromani.chacon@gmail.com
Fuentes:
Investigaciones
sociales
Vol.22 N.°41,
pp.239-260 [2019]UNMSM/IIHS. Lima, Perú
DOI: https://doi.org/10.15381/is.v22i41.16790
Próceres campesinos en la guerra
de la Independencia del Perú
Bernardino Ramírez Bautista
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Libro
“AYACUCHO”
Págs.
149
Vargas
Ugarte, Rubén
“Historia
General del Perú”
Tomo
VI – Emancipación (1816 - 1825) desde la pág. 137
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